Un artículo de Ana Isabel Vázquez Lojo, Presidenta la Liga Reumatotóxica Galega


El dolor en el paciente mayor es particularmente frecuente y problemático ya que aumenta el aislamiento social, la discapacidad funcional y la sensación de abandono.

Si ya la calidad de vida se puede ver mermada a edades superiores a los setenta años debido a la disminución en la audición, visión y en la movilidad, el dolor deteriora el estado emocional y psíquico.

geriatricarea dolor cronico
El dolor en el paciente mayor es particularmente frecuente y problemático

Las personas mayores, además, tienen menor capacidad de adaptación y aceptación, de tal manera que dificulta el abordaje psicoemocional en muchos casos. Al margen de paradigmas socioculturales y religiosos, que los hace resignarse por el hecho  ser mayor. (Idaismo)-

El apoyo psicológico es más complejo en estas edades

El tratamiento del dolor también es complejo debido a polimedicación y fragilidad en la salud, así como la malnutrición y comorbilidades, con lo cual hay una pérdida de eficacia en la analgesia. Por otro lado, es menor la capacidad del paciente para verbalizar o reportar el dolor que sufre, así como la incapacidad de explicar el dolor, localización, duración, intensidad y  tipo.

En cuanto a la adherencia los tratamientos es limitada. Y cabe destacar, también, que existe un rechazo a mantener actividades de habilitación física y cognitiva por esta causa.

El reto al que se enfrenta nuestro país es la innovación de nuevos tratamientos y terapias, no solo encaminadas hacia alargar la vida, si no mejorar la calidad de las personas y muy especialmente de aquellas que tengan dolor. Además, las personas mayores a menudo son excluidas de ensayos clínicos y debe hacerse una reflexión de por qué es la causa.

Como conclusión, las personas mayores, población que soporta más dolor, son las que menos apoyo reciben y es nuestra meta llegar a controlar estos factores.