Un artículo de Fundación Siel Bleu

A partir de enero del 2013, La Fundación Siel Bleu, en colaboración con varios protagonistas del nicho sanitario en Europa, pusieron en marcha el estudio clínico  HAPPIER (Healthy Activity Physical Program Innovations in Elderly Residences) en 32 residencias de ancianos ubicadas dentro de Bélgica, España, Francia e Irlanda. El programa mostró los efectos de la actividad física en el estado físico y anímico del adulto mayor, y cómo esto influyó también en el ánimo de quienes cuidan de ellos.

Efectos de la actividad física en el estado físico y anímico del adulto mayor
La actividad física en personas mayores tiene efectos positivos en su calidad de vida y en la de sus cuidadores

El programa HAPPIER se basa en un método, ya habitual, de identificación de la causalidad a través de experiencias controladas. Se trata de medir el impacto de una acción sobre un grupo de tratamiento comparando este último con un grupo testigo, o grupo de control, que sirve de “contraste”.

El impacto se mide mediante la “doble diferencia”; Difference in Difference o DD entre la variación que ha afectado al grupo de tratamiento con el transcurso del tiempo y la variación del grupo de control. Se mide pues una variable de interés (la salud de los pacientes, por ejemplo) antes de la puesta en marcha del protocolo y al término de la misma, en cada uno de los dos grupos.

Es decir, que este programa buscó identificar la eficacia de la actividad física adaptada en grupos específicos de adultos mayores que fueron evaluados al inicio y al término del estudio para entender las diferencias encontradas en su estado de salud y modo de vida.

La investigación tomó 12 meses y contó con 1.118 participantes  institucionalizados y que, autorizados por su médico, realizaron actividad física en grupos de menos de 10 personas, con 4 programas diferentes y 7 categorías de ejercicios. Los tipos de actividad fueron enfocados a:

  • Prevención de caídas: Un aspecto importante en el adulto mayor que aún puede moverse por sí mismo.
  • Gimnasia en silla: Destinado a personas que pueden tener necesidad de un bastón o de un andador para desplazarse.
  • Gimnasia para Alzheimer: Diseñado para adultos con senilidad mental, pero que no tienen dificultad para deambular.
  • Gimnasia en torno a la mesa: Para personas con Alzheimer o alguna otra forma de demencia senil y tienen dificultades de locomoción.

En cada uno de estos grupos se ofrecían 7 categorías de ejercicios: fuerza, resistencia, flexibilidad, equilibrio, memoria, comunicación y relajación. Los resultados a partir de este estudio fueron sorprendentes:

  • Más del 80 % de los cuidadores estiman que sus condiciones de trabajo en residencias han sido mejoradas por el programa, particularmente la vida dentro del establecimiento y el sentido de su trabajo. La mayoría de ellos nota una mejora del talante y grado de agresividad de los residentes.
  • El programa ejerce igualmente un efecto positivo sobre las puntuaciones evaluadas por el personal colaborador, particularmente la actuación de los residentes durante la realización de las actividades de la vida cotidiana y su agresividad verbal y física (Escala de comportamiento agresivo).
geriatricarea actividad fisica siel bleu.jpg

También, según Guillaume LEFEBVRE (responsable de proyecto HAPPIER), “el hecho de innovar con nuevos modelos de atención basados en el ejercicio físico genera una dinámica multidisciplinar con el conjunto de profesionales y hace que el sentido en el trabajo sea mayor”.  De hecho muestra el estudio que los profesionales, inicialmente, reticentes a este tipo de programa, se manifiestan conquistados por la experiencia, particularmente, por los beneficios de  prevención-salud conseguidos.

Esto se da como consecuencia de que el beneficiario o residente presenta una personalidad más ecuánime y estable gracias a la actividad física. Además, en ellos, se presentó:

  1. Influencia positiva sobre los índices de salud subjetiva recopilados por el cuestionario EuroQol (www.euroqol.org), específicamente en la evaluación por los residentes de su estado de salud general y de la evolución de esta última a lo largo del año transcurrido.
  2. La reducción del número de caídas. El programa permite reducir en un 35% el riesgo de caídas (alrededor de una caída al año por residente).
  3. Una mejora en la capacidad de realizar las actividades básicas de la vida diaria .

Sin duda, el estudio comprueba la mejora que trae la práctica de ejercicio físico en el estado anímico de quienes están en residencias como de quienes cuidan de ellos. En adición, el estudio ha abierto el camino hacia la continua investigación e innovación de programas cuyo objetivo se centre en la optimización continua de la calidad de vida del adulto mayor.

El programa HAPPIER se desarrolló en colaboración a INSERM (Patricia Dargent), el Laboratorio Salud – Medio Ambiente – Envejecimiento (SEV: EA 2506, UFR de ciencias de la salud Simone Veil, UVSQ), la Escuela de Altos Estudios de Salud Pública, particularmente, Mathieu de Stampa (SEV y el Hospital Sainte Perine) y Chloe Gerves (SEV y el departamento SHSC de la Escuela de Altos Estudios de Salud Pública); además, supervisado por sus directores de tesis, Joël Ankri (SEV y Hospital Sainte Perine) y Martine Bellanger (EHESP), ha sido establecido junto a Chloe Gerves, Jean-Daniel Muller (Siel Bleu) y Guillaume Lefebvre (Siel Bleu). El análisis de los datos recopilados y el informe de los mismos ha sido realizado por Claudia Senik y Carine Milcent (Instituto de políticas públicas y PSE).